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LA DIPLOMACIA CHINA EN EL CONFLICTO PALESTINO ISRAELÍ

  • Foto del escritor: María de Lourdes Solares Rocha; Lautaro Pizarro Bazán; Ignacio Martín Ruiz
    María de Lourdes Solares Rocha; Lautaro Pizarro Bazán; Ignacio Martín Ruiz
  • hace 22 horas
  • 14 Min. de lectura

Principios, narrativas y acciones


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CHINA, Collage, E., (2025)




Xi [Jinping]definió el objetivo de articular un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso, caracterizado por paz duradera, seguridad universal y prosperidad común.



Esta investigación tiene como objetivo analizar de manera crítica la postura y la estrategia de la República Popular China (RPC) frente al conflicto palestino-israelí. El estudio se centra en problematizar la narrativa china en torno a dicha situación, con el propósito de comprender su proyección como actor global en un conflicto de alta visibilidad internacional.


El desarrollo se organiza en tres secciones: en primer lugar, se exponen los principios de la política exterior china bajo el liderazgo de Xi Jinping, con especial atención al concepto de Comunidad Global de Futuro Compartido. En segundo término, se analiza el posicionamiento y las propuestas de China respecto de la cuestión palestina, examinando su coherencia con los lineamientos de su política exterior. Finalmente, se evalúan las acciones implementadas por China en este conflicto (con énfasis en la ayuda humanitaria) a fin de contrastar su narrativa oficial con su práctica operativa.


A partir de este recorrido, se busca responder a los siguientes interrogantes: ¿Cuál es la estructura de la diplomacia china que sustenta su postura frente a la causa palestina? ¿Qué posición adopta China ante el conflicto en los territorios palestinos y cuáles son sus propuestas al respecto? ¿Qué acciones concretas ha emprendido China hacia Palestina y qué significado simbólico puede atribuírseles?


La política exterior china bajo de Xi Jinping 


La República Popular China es un país que ha sufrido las consecuencias del colonialismo y de la explotación imperialista, rasgos característicos de los Estados que conforman el denominado “Sur Global”*. En 2012, antes de asumir la presidencia de China, el entonces vicepresidente Xi Jinping propuso la idea de un “nuevo tipo de relaciones entre potencias, en las que no se buscaría la dominación y se respetarían los intereses fundamentales de cada cual” (Nathan y Zhang, 2021, p. 59). En marzo de 2013, ya como presidente, amplió esta noción para incluir a todos los países del mundo mediante el concepto de “futuro compartido” (p. 60). Finalmente, en 2017, Xi consolidó dicho concepto como el fundamento de la diplomacia china.


Para adentrarnos en el significado de la diplomacia china en la nueva era, retomaremos un artículo reciente de Wang Yi (2025), actual responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) de la RPC.


Según Wang Yi (2025), durante la Conferencia Central sobre el Trabajo relativo a los Asuntos Exteriores celebrada en 2023, Xi Jinping presentó la sistematización de la hoja de ruta para construir la Comunidad Global de Futuro Compartido (CGFC). En ella, Xi definió el objetivo de articular un mundo abierto, inclusivo, limpio y hermoso, caracterizado por paz duradera, seguridad universal y prosperidad común. El camino propuesto consiste en promover una gobernanza global basada en el crecimiento compartido mediante el debate y la colaboración, mientras que el principio-guía radica en la aplicación de los valores comunes de la humanidad. El fundamento básico apunta a construir un nuevo tipo de relaciones internacionales, y la orientación estratégica se deriva de la implementación de las Iniciativas de Desarrollo, Seguridad, Civilización y Gobernanza Global, lanzadas entre 2021 y 2025. Finalmente, la cooperación de la Franja y la Ruta de alta calidad (2013) constituye la plataforma para llevar adelante estas acciones.




China busca proyectarse como un actor responsable y constructivo en los asuntos globales, comprometido con la práctica del multilateralismo genuino.



A partir de la propuesta de Wang (2025) sobre la diplomacia china en la nueva era, es posible conceptualizarla en tres ejes. El primer eje se caracteriza por una postura proactiva, asumida con el objetivo de ejercer liderazgo en el orden mundial en tiempos convulsos. La diplomacia china reconoce que enfrentamos cambios inéditos en, al menos, un siglo y que los desafíos para la paz mundial incluyen conflictos geopolíticos, acciones unilaterales, proteccionismo y amenazas tanto tradicionales como no tradicionales. Este eje, por tanto, se centra en determinar cómo actuar ante dicha situación: Wang sitúa a Xi Jinping en el rol de líder global y plantea la modernización china como un posible modelo paradigmático para otros países. Asimismo, enfatiza el compromiso intergeneracional de China en asumir la misión histórica de construir una CGFC, destacando su diplomacia orientada a la paz mundial, el desarrollo abierto, la amistad, la cooperación, el multilateralismo y los intercambios culturales. En conjunto, este enfoque posiciona a China como actor central que guía a la comunidad internacional sobre qué acciones emprender.


El segundo eje está constituido por postulados ético-normativos que orientan la forma de las relaciones interestatales e interculturales. Este constituye, en efecto, el núcleo del proyecto chino, pues da lugar a la pregunta fundamental sobre qué tipo de mundo se busca construir. Una vez establecido el qué hacer —la edificación de la CGFC —, el siguiente paso es definir las características que deben regir la interacción entre los países. En este sentido, se destacan valores como el respeto y beneficio mutuos, la equidad y la justicia, la buena fe y la amistad, que se traducen en compromisos concretos del Estado chino con la solidaridad global, el desarrollo pacífico, la cooperación mutuamente beneficiosa y la prosperidad compartida. Asimismo, se promueve la asunción de responsabilidades comunes en los asuntos internacionales, sustentadas en la unidad, la apertura y la inclusividad, junto con el aprendizaje mutuo entre culturas y el establecimiento de una relación sostenible con la naturaleza. En conjunto, estos valores delinean el horizonte normativo de la CGFC al que el liderazgo chino, al menos en el plano discursivo, declara aspirar.


Finalmente, el tercer eje está conformado por los bienes públicos globales y las propuestas de reforma de la gobernanza mundial impulsadas por China. En este sentido, las iniciativas que promueve constituyen el medio principal para materializar la CGFC, considerada por el liderazgo chino como su aporte más significativo al ámbito geopolítico internacional. A través de estas acciones, China busca proyectarse como un actor responsable y constructivo en los asuntos globales, comprometido con la práctica del multilateralismo genuino. En este marco diplomático se inscribe la presente investigación, que se propone analizar el posicionamiento de China ante la cuestión palestina.



China ante la cuestión Palestina: propuestas y declaraciones


Tras la proclamación de independencia realizada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1988, China fue uno de los primeros Estados en reconocer oficialmente a Palestina, el 20 de noviembre de ese mismo año. Las declaraciones de funcionarios chinos en torno al conflicto palestino-israelí son de larga data y reflejan una posición constante de apoyo al diálogo y la negociación. En el sitio oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China (MOFA) se registran comunicados desde el año 2000 que expresan una preocupación sostenida por la estabilidad y la paz en Medio Oriente, subrayando la necesidad de que las partes involucradas alcancen una solución pacífica mediante el entendimiento mutuo. Asimismo, China ha manifestado su respaldo a las principales organizaciones políticas regionales, como la Liga de Estados Árabes (LEA) y la Organización de Cooperación Islámica (OCI), con las cuales mantiene una relación de cooperación diplomática activa.


En los últimos años, Wang Yi ha subrayado la urgencia de poner fin al conflicto entre Palestina e Israel, argumentando que su resolución contribuiría a desalentar la proliferación de ideas extremistas. En este sentido, ha retomado el concepto de la Comunidad Global de Futuro Compartido (CGFC) como marco orientador para ofrecer lo que denomina la “sabiduría china” en la gestión de los asuntos internacionales.


En 2013, el presidente Xi Jinping presentó una propuesta de cuatro puntos para alcanzar la paz en Palestina, que puede resumirse de la siguiente manera: el primero plantea el establecimiento de dos Estados soberanos e independientes, conforme a las fronteras reconocidas de 1967. El segundo propone fomentar la negociación entre ambas partes para asegurar la coexistencia pacífica, priorizando el cese de los ataques contra civiles, el levantamiento del bloqueo en Gaza y el trato humanitario a los prisioneros palestinos. El tercero insta al respeto de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Iniciativa Árabe por la Paz. Finalmente, el cuarto promueve el fortalecimiento del multilateralismo como vía para garantizar el proceso de pacificación, adoptando una postura objetiva y justa, especialmente en lo relativo a la provisión de ayuda humanitaria y al impulso del desarrollo económico y social palestino.




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AVES-CGFC, Collage, E. (2025)




Aunque Beijing expresa un respaldo político a Palestina, mantiene simultáneamente vínculos económicos y tecnológicos estrechos con Israel, lo que evidencia una disonancia entre su discurso y su práctica diplomática.



Es importante destacar que los conceptos analizados en el apartado anterior adquieren matices particulares cuando se aplican al conflicto palestino-israelí. Por un lado, la terminología empleada en los discursos de los funcionarios chinos refleja un apoyo constante a la causa palestina y una demanda de justicia para su sociedad. En este sentido, numerosas declaraciones oficiales enfatizan la urgencia de comprometerse con Palestina y de condenar los ataques militares dirigidos contra la población civil palestina. A su vez, la diplomacia china rechaza las ocupaciones israelíes, calificándolas de asentamientos ilegales, y critica las acciones unilaterales de Israel, al considerarlas factores que agravan las tensiones y contribuyen a la escalada del conflicto.


No obstante, la posición de China frente al conflicto ha sido objeto de críticas y cuestionamientos. A pesar de su retórica política de apoyo a Palestina, China no ha interrumpido sus vínculos comerciales ni sus acuerdos de cooperación científica con Israel, con quien mantiene relaciones diplomáticas desde 1992. De hecho, como reportó Al Jazeera, durante 2024 China se consolidó como uno de los principales importadores de productos israelíes, entre ellos aparatos médicos, productos químicos y electrónicos.


En este contexto, Brancoli y Alvez (2024) advierten una ambigüedad estructural en la postura china: aunque Beijing expresa un respaldo político a Palestina, mantiene simultáneamente vínculos económicos y tecnológicos estrechos con Israel, lo que evidencia una disonancia entre su discurso y su práctica diplomática. Esta ambivalencia puede interpretarse como parte de la estrategia china para consolidarse como mediador global y actor central en los equilibrios políticos y económicos de Asia Occidental, fortaleciendo así su influencia internacional. No obstante, esta posición intermedia ha generado recelos en Israel, que ha cuestionado tanto la proximidad de China con Irán como su alineamiento discursivo con la causa palestina (Ríos, 2025).


Entre las acciones diplomáticas concretas impulsadas por China para contribuir a la resolución del conflicto destaca su papel como anfitriona de un encuentro entre catorce facciones palestinas, celebrado en Beijing, con el propósito de mediar entre las distintas posturas políticas, promover el consenso nacional y avanzar hacia la liberación del Estado palestino. El objetivo central de esta iniciativa fue propiciar la formación de un gobierno interino de reconciliación nacional, orientado a la reconstrucción de Gaza una vez finalizado el conflicto (MFAPRC, 2024).


Los compromisos alcanzados durante este encuentro quedaron plasmados en la Declaración de Beijing para poner fin a la división y fortalecer la unidad nacional palestina, documento en el que China reafirma su apoyo al proceso de reconciliación y subraya su voluntad de compartir un mismo rumbo y destino con los países árabes, en consonancia con los principios de su política exterior orientada a la construcción de una CGFC.




China ha implementado diversas estrategias de ayuda humanitaria en Palestina, orientadas a respaldar la reconstrucción material y social del territorio, así como a reforzar su imagen como actor comprometido con la paz y el desarrollo global.



Precisamente con el propósito de fortalecer su presencia en la región y mantener la coherencia entre su discurso diplomático y su práctica exterior, China ha implementado diversas estrategias de ayuda humanitaria en Palestina, orientadas a respaldar la reconstrucción material y social del territorio, así como a reforzar su imagen como actor comprometido con la paz y el desarrollo global.


El compromiso de China con Palestina: asistencia humanitaria entre 2023 y 2025


Desde octubre de 2023, la República Popular China ha puesto en marcha una serie de operaciones de asistencia humanitaria destinadas a aliviar el sufrimiento de la población civil palestina. Esta ayuda, coherente con su postura política respecto de la cuestión territorial, ha sido modesta en escala en comparación con la de los actores tradicionales; sin embargo, constituye un pilar esencial de su diplomacia, pues refleja los principios de no injerencia y su aspiración a ejercer un liderazgo global en contextos de crisis prolongadas.


Asimismo, la continuidad y estabilidad de esta asistencia demuestran un compromiso sostenido más allá de la mera respuesta a emergencias inmediatas. Las acciones humanitarias de China se han concretado principalmente a través de donaciones en especie y aportaciones financieras a agencias de las Naciones Unidas, reafirmando su voluntad de participar en la reconstrucción y el desarrollo de Palestina dentro de un marco multilateral.


Entre 2023 y 2024, China envió varios lotes de ayuda de emergencia,  y, en respuesta al estallido de las hostilidades, Beijing anunció el envío de productos de emergencia, incluyendo comida, medicinas y otros materiales humanitarios. El envío de 100 toneladas de suministros médicos y alimentos a través de Egipto en noviembre de 2023 fue particularmente representativo. Esta asistencia trató de abordar las necesidades más urgentes debido al bloqueo impuesto por Israel al territorio palestino. Entre los años 2024 y 2025 tuvieron lugar nuevos envíos. Por ejemplo, durante el primer cuarto del año 2024, China realizó un nuevo envío de ayuda que incluía generadores de energía, equipos de depuración de agua y tiendas de campaña en respuesta a las demandas crónicas de una población desplazada y sin servicios básicos. A principios de 2025, en el contexto de una grave crisis alimentaria, la Cruz Roja China organizó el envío de suplementos nutricionales de alto valor energético y leche terapéutica para niñxs desnutridxs, que se distribuyeron a través de la Media Luna Roja palestina. Estos envíos posteriores son reconocidos por llevar a cabo una transición desde un esfuerzo de emergencia inmediata a un sistema de apoyo diseñado para lidiar con una crisis humanitaria a largo plazo y de gran complejidad.


La ayuda humanitaria china también se tradujo en inversión financiera en agencias de la ONU. En 2023, el gobierno chino aportó 1 millón de dólares al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA). Este apoyo fue complementado a finales del mismo año durante la Cumbre de Cooperación China-Árabe, con una donación adicional de 2 millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos (WFP) para sus actividades en Gaza. El envío de ayuda en especie y de asistencia financiera está en consonancia con la postura política de Beijing ante el conflicto, que históricamente ha sido de defensa firme a la causa palestina y ha abogado constantemente por una solución de dos Estados. En ese sentido, la asistencia material es la manifestación concreta de su posición diplomática. 


Si bien la ayuda china es necesaria y bien recibida, su efectividad debe ser juzgada en perspectiva. El volumen total de la asistencia, aunque simbólicamente importante y creciente, sigue siendo sustancialmente menor que la provista por donantes tradicionales. La logística también presenta un desafío persistente porque China carece de la presencia sobre el terreno y la infraestructura de entrega que tienen otras organizaciones, por lo que depende de la coordinación con Egipto y las agencias de la ONU para hacer llegar la ayuda. No obstante, su valor estratégico es innegable y se refuerza con su continuidad. Para China, esto representa una oportunidad para fortalecer su imagen como potencia global benévola y defensora del “Sur Global”. Como señala el analista Tuvia Gering , “Beijing ve la crisis israelí-palestina como una oportunidad para exponer la hipocresía de Estados Unidos y presentar su propia visión de un orden mundial alternativo” (2023). La ayuda humanitaria sostenida podría ser un instrumento de “poder suave” que le permite a la diplomacia china ganar influjo en el mundo árabe y musulmán sin una intervención militar directa, exhibiendo una capacidad de compromiso a largo plazo.


En resumen, la ayuda humanitaria que China proporcionó a Palestina entre 2023 y 2025 se compone de múltiples envíos de suministros de emergencia adaptados a la crisis, así como fondos sustanciales para agencias de la ONU, que representan un elemento integral y persistente de su política exterior. Más allá del alivio humanitario concreto que ofrece, dichas acciones simbolizan tanto el compromiso diplomático de Beijing con la causa palestina como su aspiración de ser reconocida como actor clave en la resolución de conflictos alrededor del mundo. A pesar de que su nivel no es comparable al de los grandes donantes, su valor radica en la proyección de China como potencia responsable y perseverante, comprometida con su papel activo en la comunidad internacional, que apela al multilateralismo y a la paz. En el complicado tablero de Medio Oriente, la permanente ayuda humanitaria china es tanto un acto de solidaridad como un juego estratégico a largo plazo.




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TABLERO, Collage, E., (2025)




Consideraciones finales


Esta investigación procura reflejar la manera en que China se ha posicionado y ha respondido a la crisis humanitaria que tiene lugar en tierras palestinas. Para ello se propuso un análisis de lo general a lo particular, mostrando la forma en la que se articula la diplomacia china y la manera en la que lo postulado en la CGFC se refleja en la política impulsada en vistas de resolver el conflicto palestino-israelí, para así analizar el simbolismo que se desprende de las acciones chinas en Palestina.


A partir de lo presentado, es posible considerar que la existencia de un Estado Palestino es una condición necesaria para la realización efectiva de una CGFC. Es por este motivo que China apoya a la OLP” (MFAPRC 2024), y promueve la acción unificada del liderazgo palestino para hacer realidad la institucionalización de dicho Estado. Esto puede observarse en las declaraciones oficiales de los cuadros chinos, así como también en propuestas como la de los “cuatro puntos”. De hecho, China ha expresado su apoyo a la solicitud palestina de ingreso a los BRICS (Revista Dangdai 2025). Asimismo, la diplomacia china canaliza hacia el pueblo palestino ayuda en especie y en inversiones financieras, aunque atraviesa las dificultades de falta de infraestructura y de presencia en la zona para que la ayuda humanitaria llegue de manera directa, por lo que depende de la mediación de Egipto y de la ONU para este fin. 


Esta investigación presentó una sistematización novedosa y necesaria que integra el marco teórico de China con el análisis de su discurso oficial y sus acciones concretas. Al indagar en la perspectiva de uno de los protagonistas globales más relevantes de la actualidad, el trabajo contribuye a comprender las formas de resolución de conflictos humanitarios de alto impacto, como el que acontece sobre el pueblo palestino, proporcionando una síntesis de los intereses, la evolución y la proyección del poder de Beijing en el complejo escenario internacional.




* En este trabajo, se entiende “Sur Global” no como una “categoría geográfica, sino política y simbólica, aludiendo a los históricos clivajes Norte-Sur, centro-periferia, que estructuraron desigualmente el sistema mundial” (Merino et. al., 2024: 179). Es decir, pertenecen al “Sur Global” todos aquellos países que “fueron periferializados por el colonialismo-imperialismo europeo” (179). Desde esta perspectiva, se entiende que el “Sur Global” también contiene en su interior “heterogeneidades y jerarquías, entre las que se destaca el rol peculiar de la República Popular China.” (179-80)





BIBLIOGRAFÍA


  • Agence France-Presse (AFP). 2024. "No, A Photo of A Chinese Child Soldier Is Not Proof of Mandatory Military Service for Minors." https://factual.afp.com/doc.afp.com.48P6362. Fecha de consulta 6 de Octubre de 2025.

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  • 2025. “En Profundidad: El Enviado de China Insta a Una Solución Integral, Duradera Y Justa Para La Cuestión Palestina.” http://spanish.xinhuanet.com/20251002/ba69e365936945ddaff2c9c92971f2e2/c.html. Fecha de consulta 6 de Octubre de 2025.

  • Agenda Pública. 2024. “Visión China: Gaza, Reinventar La Paz En Oriente Próximo.” https://agendapublica.es/noticia/19865/vision-china-gaza-reinventar-paz-oriente- proximo. Fecha de consulta 6 de Octubre de 2025.

  • Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR). 2025. Informe de Situación: Respuesta Humanitaria en Gaza. Ginebra.

  • Gering, Tuvia. 2023. "China's 'Pro-Palestinian Neutrality' in the Israel-Hamas War." The Diplomat.  https://thediplomat.com/2023/10/chinas-attitude-toward-the-israel-gaza-war/. Fecha de consulta 6 de Octubre de 2025.

  • Merino, Gabriel et. al. 2024. China en el (des) orden mundial. La transición histórico-espacial y el ascenso de China desde una perspectiva latinoamericana. Buenos Aires: Batalla de Ideas, Instituto Tricontinental de Investigación Social.

  • Ministry of Foreign Affairs People’s Republic of China (MFAPRC). 2024. “Palestinian Factions Sign Beijing Declaration on Ending Division and Strengthening Palestinian National Unity”, 23 de julio. 

  • Nathan, Andrew y Boshu Zhang. 2022. “«A Shared Future for Mankind»: Rhetoric and Reality in Chinese Foreign Policy under Xi Jinping”, Journal of Contemporary China, (31:133), 57-71, DOI: 10.1080/10670564.2021.1926091. 

  • Revista Dangdai. 2025. “Beijing apoya el ingreso de Palestina a los BRICS”, https://dangdai.com.ar/2025/09/27/beijing-apoya-el-ingreso-de-palestina-a-los-brics/

  • _____. 2025. “Israel ante China por Gaza”, por Xulio Ríos. 

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  • Wang, Yi. 2025. “Building a Global Community of Shared Future and Striving for Greater Achievements in Major-Country Diplomacy with Chinese Characteristics”, Qiushi  (2).





María de Lourdes Solares Rocha es licenciada en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana. Maestra en defensa y promoción de los Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Maestrante en Estudios de Asia y África con especialidad en China por el Colegio de México. Sus temas de investigación varían entre la teoría de la historia y la historia política, particularmente se ha interesado por las violencias de Estado.


Lautaro Pizarro Bazán es Licenciado en Antropología por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y Maestro en Estudios de Asia y África con especialidad en China por El Colegio de México. Sus líneas de investigación principales se centran en las políticas culturales, la expansión global de China, la antropología del Estado y el papel de las organizaciones no gubernamentales.


Ignacio Martín Ruiz es egresado de la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Maestrando en Estudios de Asia y África especialización China por El Colegio de México. Es investigador del Centro de Estudios Argentina-China (CEACh), y del Centro de Estudios en Ciudadanía, Estado y Asuntos Políticos (CEAP). Su foco es la geopolítica y las relaciones internacionales.





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