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IZQUIERDAS MEXICANAS EN EL SIGLO XXI: ENTREVISTA A LA COORDINADORA NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN (CNTE)

  • Foto del escritor: Filos Crítica
    Filos Crítica
  • 23 may
  • 15 Min. de lectura


CNTE, Collage, E. (2024)
CNTE, Collage, E. (2024)



Es una organización de maestros que surgió en 1980 como una corriente opositora dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Su principal objetivo es ocupar, con sus cuadros, los puestos sindicales de las delegaciones y secciones del SNTE para tomar decisiones operativas del sistema educativo de la sección que le corresponda. En 1989, logró un aumento salarial del 25 % para todo el gremio, ha democratizado diversas secciones del sindicato, modificó la Reforma a la Ley ISSSTE en 2007 y la Reforma Educativa en 2012.



Fragmento de la entrevista realizada a Pedro Hernández el 3 de noviembre de 2016 en la primaria Centauro del Norte, Ciudad de México.




La CNTE, como su nombre lo indica, es una coordinación de movimientos estatales, regionales y locales, que se ha constituido como un referente de organización para los maestros mexicanos en la lucha por democratizar su sindicato y mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.



Por lo general, las organizaciones se caracterizan a sí mismas para definirse e identificarse con sus integrantes y simpatizantes; en ese sentido, ¿qué es la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación?


La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es una organización de los maestros mexicanos. Muchos estamos afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de manera forzada, porque en este país hay una situación de afiliación forzada a los sindicatos nacionales, y en este caso la Coordinadora ha agrupado a la disidencia del Sindicato desde 1979, año en que surgió en Chiapas, a partir de la movilización de miles de maestros del sureste mexicano que exigían mejores condiciones de vida y de trabajo.


La CNTE, como su nombre lo indica, es una coordinación de movimientos estatales, regionales y locales, que se ha constituido como un referente de organización para los maestros mexicanos en la lucha por democratizar su sindicato y mejorar sus condiciones de vida y de trabajo.


Muchos procesos organizativos que les han antecedido y han impactado en la sociedad suelen dejar un conjunto de enseñanzas, a manera de legado, a las nuevas generaciones de luchadores sociales. De acuerdo con ello, ¿cuáles son las enseñanzas que retoman de movimientos pasados?


Consideramos que somos producto de una movilización en este país que ha tenido altas y bajas, que ha sido persistente con su propio signo de identidad. Como Coordinadora, reivindicamos a maestros que han estado en la lucha en este país: en nuestro logotipo está representada una República Mexicana y cuatro maestros, para nosotros ejemplares. Entre ellos, Arturo Gámiz, que encabezó el primer levantamiento armado posrevolucionario, en el norte del país. En la época de los sesenta, era muy llamativa la Revolución Cubana y los procesos revolucionarios en América Latina, así que él intentó emular, de alguna forma, el asalto de Fidel Castro en Cuba a un cuartel militar. Arturo Gámiz cayó en ese embate al cuartel Madera, por lo que nosotros reivindicamos su figura: la de un maestro muy joven, formado en una normal rural.


Luego, están Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, que, en el estado de Guerrero, después de haber intentado las vías institucionales, fueron orillados a la autodefensa ante una situación de represión muy intensa. Ahí comenzó una movilización campesina ejemplar en este país: una resistencia, un movimiento armado que busca transformar el país por esa vía y que logra cimbrar al Gobierno mexicano, al cuestionar fuertemente el concepto del Estado ideal después de la Revolución Mexicana. Y el último personaje tiene que ver más con la lucha de la Coordinadora: Misael Núñez Acosta, quien fue asesinado en el Estado de México. Responsabilizamos directamente a Elba Esther Gordillo de su muerte, pues ella controlaba al sindicato de ese estado.


En esa misma ruta de reivindicar los movimientos que nos antecedieron, uno fundamental es el Movimiento Revolucionario del Magisterio, en la época de los sesentas, con Othón Salazar. Esta fue una lucha aplastada a sangre y fuego, donde el propio maestro Salazar fue cesado junto con alrededor de cinco mil maestros que resistieron y que están en nuestra memoria. También reivindicamos el movimiento estudiantil popular del 68; las secuelas que trajo la represión del 10 de junio del 71; toda la guerra sucia en la que desaparecieron a varios maestros, y la fuerte represión que caracterizó a los setenta, porque todas ellas abrieron la posibilidad del resurgimiento, en el 79, de un movimiento de masas, como la CNTE y otros movimientos.


En ese sentido, el movimiento magisterial ha dado muchas enseñanzas en términos de movilizaciones masivas, de resistencia, de no permitir atropellos, de buscar cómo sobrevivir en una situación de represión, así como de lograr que se solucionen las demandas de los maestros. Buena parte de la lucha son demandas gremiales por incremento salarial, por mejores condiciones, por estabilidad en el empleo, pero también se lucha, frecuentemente y de muchas formas, por la democratización del Sindicato. En este sentido, se discutió al principio si podíamos constituir un sindicato independiente al interior del gremio y el debate giró en torno de la necesidad de democratizar al Sindicato desde adentro; por eso nos hemos mantenido como Coordinadora, y tal vez eso ha sido también un logro, porque esta forma organizativa nos ha permitido sobrevivir todos estos años y tener presencia en muchos lugares, además de que hemos conseguido la representación de miles de maestros. Creo que, sin demeritar a otros movimientos, el de la Coordinadora es un modelo en términos de persistencia y convocatoria, al aglutinar a miles de docentes, de padres de familia, de estudiantes y de otros sectores importantes de la población en la lucha por mantener un derecho fundamental: la educación.




La Coordinadora ha tenido momentos intensos que han orillado al Gobierno mexicano a sentarse a negociar, porque les presentamos la necesidad de resolver el conflicto y porque hemos resistido a todas sus formas de represión.



Para que una organización permanezca y se desarrolle, es necesario implementar acciones, valerse de algunos instrumentos jurídicos o políticos; generar recursos materiales o económicos y definir cómo y en qué momento hacer uso de ellos. De acuerdo con esto, ¿cuáles son sus tácticas y estrategias de acción?


Ya decía que hay un principio básico que es movilización-negociación-movilización, como estrategia fundamental. Esto quiere decir que es un movimiento que está renovándose constantemente, ejerciendo presión y ensayando múltiples formas de lucha. Prácticamente el movimiento magisterial ha sido ejemplar en esta parte: ha ensayado el paro, la movilización, el plantón, la huelga de hambre, la ocupación de edificios públicos, la toma de instalaciones, el bloqueo de carreteras, la toma de casetas y de situaciones que podrían sonar radicales, pero que son el resultado de la ausencia de la respuesta gubernamental y han escalado de este modo.


A veces decimos que hay un menú de actividades, entre las que destacan unas muy llamativas, tales como la de los maestros del norte de Chihuahua que han tomado puentes internacionales que van hacia Estados Unidos; o los de Chiapas, puentes hacia Guatemala. También se han suscitado otros escenarios que han preocupado al Estado, como el bloqueo de puertos importantes, como el de Lázaro Cárdenas, en donde los contingentes de Michoacán han logrado paralizar las actividades económicas, y en esta última jornada, bloquearon las vías del tren que atraviesan el estado y llegan al puerto con mercancías que van hacia Estados Unidos, con lo que consiguieron un impacto muy fuerte, porque detuvieron el flujo de 2500 contenedores de mercancías. De igual manera, ha habido bloqueos de aeropuertos, en los que se impide el paso a la gente, así como cierres de carreteras: en Oaxaca hubo 37 bloqueos carreteros que prácticamente implicaron la paralización del estado entero.


A veces hemos tenido que escalar a acciones más grandes, como el bloqueo de centros comerciales trasnacionales (sic.) o a los vehículos de dichas empresas; por eso la queja por desabasto de Coca-Cola, Bimbo y Sabritas, porque no permitíamos la llegada de sus productos. Resumiendo, la Coordinadora ha tenido momentos intensos que han orillado al Gobierno mexicano a sentarse a negociar, porque les presentamos la necesidad de resolver el conflicto y porque hemos resistido a todas sus formas de represión, como son la detención de líderes, el cese de maestros y el bloqueo de salarios.


A veces de manera muy inteligente se han eludido, utilizando incluso instrumentos jurídicos del Estado. En la lucha de 2007-2008, contra la Reforma a la Ley del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado), logramos que no sólo los maestros, sino otros sectores de burócratas a los que afectaba, interpusieran amparos; de tal manera que, en un momento, hubo un colapso del Poder Judicial, porque había dos millones y medio de amparos. Como no tenían forma de atender una cantidad así, tuvieron que llegar a la Suprema Corte de Justicia y ésta recomendó al Senado que rehiciera parte de esa ley, que quitara cinco artículos que generaban mucho conflicto, pues demostramos que eran contrarios a la Constitución, así que tuvieron que reformularse. Este triunfo fue importante; sin embargo, la Coordinadora no confiaba mucho en la parte jurídica-legal, porque una y otra vez nos habíamos topado con que el Poder Judicial está al servicio de los intereses comerciales y políticos y no tiene independencia.


En estos momentos, estamos planeando presentar una iniciativa ciudadana en la Cámara de Senadores para reformar la Reforma. Es un debate fuerte, porque no confiamos en los partidos políticos, pero existe una parte en la que los ciudadanos pueden presentar iniciativas, por ello pondremos en práctica este concepto y mostraremos cómo tendría que ser una verdadera reforma educativa, a través de cambios a la Constitución. Sin embargo, para el Estado implica un desafío, ya que un movimiento social presentará una iniciativa, seguramente respaldada por miles de firmas: formalmente, piden 106 mil firmas, pero nosotros pensamos que podemos juntar dos millones y no sólo de maestros, sino de mucha gente que puede apoyar una acción así. Vamos a obligar al Congreso a notar nuestra iniciativa con este carácter y apoyo, diferente de la reforma que fue impuesta debido al pacto entre partidos políticos.


Sobre la problemática de los despidos injustificados, interpondremos demandas de carácter laboral, a pesar de que la ley que hicieron nos deja prácticamente indefensos, pues dice que puedes ser cesado y que no se te permitirá siquiera expresar tu desacuerdo. No obstante, hay todavía algunos espacios, recovecos legales que vamos a utilizar. La otra parte es de carácter internacional: ante tribunales e instancias externas a México, vamos a interponer quejas sobre los despidos, así como sobre la imposición de una reforma en la que no hay posibilidades ni espacios nacionales de solución. Seguramente acudiremos a la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).


Hemos dicho que hay una ruta jurídica; una política, que es la movilización, y una pedagógica, que es la elaboración de propuestas educativas alternativas, las cuales hemos construido y se han realizado en muchos lugares del país. Todo esto conforma un abanico de posibilidades de un movimiento que no sólo se expresa simplemente en la calle. Un compañero decía que la Coordinadora no sólo es marcha-plantón, sino también propuesta pedagógica y educativa. Es ahí donde tenemos un terreno muy fértil, porque la Reforma Educativa, al final, como muchos investigadores han coincidido, no afecta a la educación, sino al terreno laboral; por ende, estamos haciendo una propuesta alternativa a un proyecto neoliberal.




La Sección 22 fue punta de lanza en un proceso organizativo que hasta el momento ha sido ejemplar, pues se logró el mayor agrupamiento de fuerzas populares-sociales en ese estado, y fue prácticamente el ensayo de una revuelta que está considerada como la primera del siglo XXI.



Después de cada momento importante por lo general se hacen balances de lo que se gana o se pierde, lo que permite proyectar escenarios que se enfrentarán en el futuro. En este sentido, ¿qué han ganado o perdido a lo largo de su lucha?


Existieron momentos muy importantes en los que el movimiento ha avanzado. Podríamos hablar de oleadas fuertes: primero, el surgimiento de la Coordinadora en el 79 es vital, porque permitió tener una organización nacional que aglutinó un descontento de miles de maestros. Luego, el haber sobrevivido la primera década (hasta el 89), fue un proceso duro de resistencia, pues implicó una intensa represión: en Oaxaca se contabilizaron alrededor de 150 maestros asesinados, porque además en ese estado se mezcló una parte del magisterio con procesos de lucha contra caciques en las regiones y en los pueblos; todo ello implicó el encarcelamiento, desaparición y asesinato de docentes.


Luego, en el 89 hay una oleada muy grande que logra romper un tope salarial; se obtiene un aumento de 25 % para todo el gremio, lo que arrastró a otros movimientos a pelear por algo similar. En la democratización del Sindicato se pudieron recuperar secciones importantes, como la Sección 9, que, en el mismo año, pudo derrotar a los “charros” en su propio espacio y conquistar su estructura estatutaria. El Comité Ejecutivo de dicha Sección se mantuvo durante cuatro comités, pero, desafortunadamente, en el quinto comité, quien llevaba la Secretaría General fue cooptada por Elba Esther Gordillo. Tras haber estado presa un mes con cuatro compañeros más, Gordillo logra llegar a la dirección del Comité Nacional del Sindicato, lo que nos significó diez años de estar nuevamente sujetos.


Otro momento trascendente, en 2006, fue la lucha en Oaxaca y el surgimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO). La Sección 22 fue punta de lanza en un proceso organizativo que hasta el momento ha sido ejemplar, pues se logró el mayor agrupamiento de fuerzas populares-sociales en ese estado, y fue prácticamente el ensayo de una revuelta que está considerada como la primera del siglo XXI. De manera que se logró la organización popular y tomar el control de buena parte del estado, fundamentalmente de la ciudad de Oaxaca. De nuevo hubo una represión fuerte que apagó esa capacidad de estructura, de movilización: en ese tiempo hubo 25 asesinados, presos y una dispersión del movimiento. Aún hay secuelas de esos momentos, pero en esta última batalla, nuevamente surgió la posibilidad de un ejercicio de organización popular.


Después, en 2007, con la lucha en contra de la Reforma a la Ley del ISSSTE, se obtuvo la modificación de una parte de ella. Si bien, se alteró sustancialmente el régimen de pensiones para los burócratas, consiguió accionar otras formas como la lucha jurídica que se dio a través de más de los dos y medio millones de amparos, e incluso obligando a la Suprema Corte de Justicia a tener que emitir una resolución sobre esta reforma.


En la lucha contra el antecedente de la Reforma Educativa, que fue la Alianza por la Calidad Educativa, hubo grandes movilizaciones, sobre todo en Morelos y Puebla, que la objetaron fuertemente. La etapa final, que abarca de 2012 a la fecha, tuvo varios logros importantes: se cuestionó la llamada “reforma mayor” (de las 11 que ha ensayado el Estado). El Gobierno pensó que, si lograba pasar la Reforma Educativa, las demás funcionarían en cascada. Ha sido el proceso de resistencia más largo y más complejo ante una reforma de este tamaño. El Estado no ha logrado imponerla del todo, pues tiene lagunas y huecos profundos, y por ello ha tenido que posponer una y otra vez evaluaciones, o ha recurrido a la fuerza pública para tratar de imponer una reforma que no convence.


Nuestro triunfo reside en que tuvo que cambiarse una evaluación obligatoria para todos los docentes, a una voluntaria. Todavía estamos discutiendo el balance, pero, en términos generales, consideramos que el capital político de la Coordinadora se incrementó; la capacidad numérica de fuerzas rebasa por mucho lo que habíamos hecho en años anteriores; logramos llegar a sectores donde antes no teníamos la posibilidad y esto nos abrió espacios en prácticamente todo el país. Existieron momentos álgidos en la lucha, cuando en todos los estados había movilización y una muy fuerte decisión de los maestros y de muchos sectores de la población, que pensaban: “si los maestros salen derrotados en esta lucha, entonces ningún otro tendrá alguna posibilidad”.


Pensemos en la derrota del SME (Sindicato Mexicano de Electricistas), el desvalijamiento que tuvo su centro de trabajo y cómo, a pesar de la resistencia ejemplar, apenas ahora han logrado recomponer una parte de su movimiento. A diferencia de ellos, la Coordinadora, en esta parte, ha salido muy bien librada; hay varios analistas que dicen: “lograron rebasar esa pretensión de desaparecerlos, de borrarlos del mapa, y ha tenido el Gobierno que negociar con los maestros y aceptar que tiene que buscar salidas a un conflicto que, lejos de apagarse, está echándole más gasolina al fuego y se va incrementando”.


No obstante, no hemos estado exentos de errores: en el momento más álgido de la movilización, tuvo que cerrarse una etapa de negociación; se pensó que todavía podía dar para más, pues veníamos de procesos muy fuertes (como Chiapas, donde prácticamente todo el estado estuvo paralizado), pero no se logró desplegar de la misma forma en todos los lugares. En la Ciudad de México, sin embargo, logramos un repunte muy fuerte e importante; tuvimos una movilización a principios de julio, en la que en toda la ciudad había manifestaciones de maestros. Podemos decir que esta fue otra oleada importante.


Debemos entender que los movimientos tienen procesos cíclicos; hay procesos de movilización, de organización, de negociación... y en ocasiones a un movimiento le es muy difícil entender esa parte: saber cómo llegaste a un punto tan alto en términos numéricos, de contundencia, y de obligar a un Gobierno a establecer un marco de negociación para que dé salida a un conflicto. También creo que existe una cuestión en la propia clase política que le imposibilita mantener una negociación más clara y más abierta con un movimiento con estas características, por lo que una parte de la solución la desvía hacia lo formal del sindicato, a los “charros”, quienes pasaron de arrastrar una lona a tener una interlocución.


En perspectiva, tenemos que consolidar estas fuerzas; lograr que sean reinstalados los cesados; que salgan todos los presos; que los procesos judiciales que sufren algunos se terminen; que se investigue y se castigue a los responsables de la masacre de Nochixtlán (este es un punto muy importante). Y en la parte pedagógica necesitamos fortalecer lo que se ha ido generando como una propuesta, una alternativa educativa. Pensamos que, si no logramos que acabe, vamos a estar siempre como rehenes de la Reforma.




Nosotros no lo habíamos alcanzado a entender, pero, por ejemplo, se documentó que en esta última jornada de lucha hubo más de 500 acciones a nivel mundial de respaldo, de apoyo y de exigencia de una salida negociada al conflicto.



Vamos hacia un tercer foro y, en el inicio de 2017, a un congreso de educación que seguramente va a marcar una propuesta de educación alternativa para este país. En la parte legislativa presentaremos una iniciativa que nos ayudará a agrupar fuerzas en torno a un planteamiento político que estamos haciendo y que obligará al Gobierno a buscar una salida. Creo que, sin pretenderlo, además, logramos descarrilar las pretensiones presidenciales de Aurelio Nuño y Osorio Chong, quienes estaban en una carrera por ser candidatos. La ganancia es bastante, pero el reto también es mayúsculo, porque de igual forma ellos rehacen sus fuerzas, y sus aliados son muy poderosos: estamos hablando de los empresarios, de las televisoras y de los organismos internacionales que están empeñados en imponer la Reforma Educativa.


En el reciente foro que tuvimos (El Segundo Foro de Educación), vinieron compañeros de varios países y nos plantearon que fuera de las fronteras nacionales el movimiento es considerado ejemplar, e incluso se vislumbra la posibilidad de articularlo a otro nivel (cuando menos en América): conformar la creación de un movimiento mayor que cuestione seriamente al neoliberalismo. Se confía en que la Coordinadora va a tener esa condición. Nosotros no lo habíamos alcanzado a entender, pero, por ejemplo, se documentó que en esta última jornada de lucha hubo más de 500 acciones a nivel mundial de respaldo, de apoyo y de exigencia de una salida negociada al conflicto. Sobre todo después de Nochixtlán se multiplicaron acciones en las embajadas, en los consulados; cartas y expresiones de respaldo. Ahora tenemos que buscar la forma de articularlos para mantener una organización ya incluso pensada a nivel internacional, lo que sería parte de las ganancias del movimiento.


A continuación, y para terminar esta entrevista, enumeramos una serie de temas que consideramos deben ser tomados en cuenta por las fuerzas políticas y sociales, organizaciones e intelectuales que luchan por un mejor país: la corrupción, la unidad de los procesos organizativos, la transformación vía reformista o revolucionaria, la toma del poder por la vía institucional o la organización autónoma, el uso de la violencia o el pacifismo y la falta de justicia en las instituciones que deben ejercerla. ¿Cuál o cuáles de estos temas te gustaría abordar?


Para los maestros serán fundamentales los procesos de unidad. Apostaremos buena parte de nuestro capital político en la posibilidad (porque así nos lo han enseñado) de que la Coordinadora pueda articular desarrollos de unidad con muchos otros sectores. Tenemos, a la par de esta movilización, ejercicios de intercambio y de articulación, pero son acciones todavía incipientes. En algunas movilizaciones hemos salido juntos; sin embargo, se sigue la dinámica de cada organización. Vemos que, aunque muchas organizaciones han hecho esfuerzos de unidad, todavía prevalecen situaciones que dificultan la unión; falta entender que de la solidaridad tiene que pasarse a la lucha conjunta, que el apoyo hacia algunos sectores tiene que fortalecerse, que en esas luchas se puede encontrar eco y cabida en procesos de resistencia.


A veces la Coordinadora se vuelve como una caja de resonancia que puede dar voz a otros, y muchos se han acercado pidiendo nuestra presencia en tal o cual lugar. Es algo que debemos entender internamente, pues concentrar la lucha en un solo sector sería bastante complejo y lo experimentamos en la contienda contra la Reforma Educativa. Únicamente cuando se logró articular una lucha más amplia por la defensa de la educación pública, logramos que otros sectores entendieran que no era una batalla sólo de los maestros. 


Tendremos que trabajar mucho para acercarnos a otros sectores y para que juntos busquemos confluir en un programa similar que nos ayude a tener factores viables en la creación de mejores condiciones, frente a un Estado que va cada vez más hacia la derecha, más a la privatización de los servicios, más a quitar los derechos que costaron generaciones y luchas muy amplias. En este sentido, la Coordinadora debe aportar su experiencia, sus formas organizativas, su capacidad de movilización, pero, sobre todo, la posibilidad de generar articulación entre luchas sociales.




El Centro de Documentación y Difusión de Filosofía Crítica o Filos Crítica es una organización marxista, política y académica compuesta por jóvenes de diversos espacios universitarios.




El presente fragmento de entrevista forma parte del libro Las Izquierdas Mexicanas desde los movimientos sociales en el siglo XXI (problemas y perspectivas) coordinado por Luis Axel Olivares Islas y Beatriz C. Hernández Román y publicado en el año 2019 por el Centro de Documentación y Difusión de Filosofía Crítica (CDyDFC), con el auspicio del Laboratorio de Análisis de las Organizaciones y los Movimientos Sociales (LAOMS), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.


Consúltalo de manera gratuita aquí.



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